jueves, 31 de marzo de 2011

El Silencio e Invierno Nuclear, vol.24: Todo Arde

No es que no hablasen en el transcurso del camino hasta la cueva. No, no es eso, simplemente es que hablaron muy poco. Parecían tener miedo el uno del otro y se miraban tímidamente. ¿Iba a ser así de ahí en adelante? Todo era muy incómodo, sobre todo para ella, que sabía que la conversación iba a llegar pero no sabría que decir en ella.
Carlos aparcó el coche tras los árboles de siempre y salieron para dirigirse a la cueva, a pocos metros. Había algo extraño en el ambiente justo casi al llegar…
-¡Humo! – Exclamó Luci.
Entraron apresuradamente solo para ver como todo ardía. Todo el mobiliario de la cueva, el poco y eficiente mobiliario que allí tenían estaba consumiéndose delante de ellos. Carlos estaba boquiabierto, así que fue Lucía Lagos, Invierno Nuclear, la que tuvo que intervenir. Por un instante se sintió dueña de sus poderes al convocar una gélida ventisca que acabó rápidamente con el fuego. Inmediatamente después ya pudo ponerse nerviosa y decir:
-Saben que estamos aquí.
-¿Quiénes?
-Los Veladores. Lo saben.
-¿Por qué iban a ser ellos?
-Joder Carlos, nadie actúa tan rápido. Esa exhibición de poderes y de repente esto arde porque si. Esto no es una casualidad… ¡Hay que llamar al Refugio! – Dijo ella mientras rebuscaba en uno de sus bolsillos y sacaba su móvil.
Mientras, Carlos recorría apesadumbrado la cueva, mirando entre los restos calcinados si había algo que salvar. No había nada.
-Nos vamos al Refugio. Ya. – Ordenó ella cuando hubo terminado de hablar por teléfono.
-El traje está calcinado…
-Dijiste que te ibas a olvidar de tus putos disfraces. Venga, vamos. – Dijo con voz muy dura, mientras iba saliendo.
-Tengo que ir a trabajar…
-Vale, pero luego vente directamente allí.

Ya en el coche, Luci conducía. Tendría que ir por otro camino más largo para dejar a Carlos en el trabajo y, aunque procuraba que no se le notara, estaba aterrorizada por ello. Quería llegar al Refugio cuanto antes y no salir de allí. Aunque normalmente le ponían nerviosa, empezó a pensar que esos turnos variables que él tenía en el trabajo lo hacían más seguro que ella, con su horario fijo de mañana. No podía hacer nada al respecto, ya que tampoco había otros horarios en aquel hospital al menos.
Cuando hubo dejado a Carlos, no sin antes recordarle de nuevo que no hiciese otra cosa que no fuese dirigirse al Refugio nada más salir, ella hizo lo propio, a gran velocidad.

Cuado llegó allí dio un toque al móvil de Maestro de Sangre. La losa tardó en abrirse unos minutos que se le hicieron interminables. Se deslizó rápidamente a aquel lugar hediondo. El olor no le importaba. Nada más poner pie en el subsuelo se encontró con Maestro de Sangre que le dijo:
-Vale, hay que preparar el ataque.




PRÓXIMAMENTE: ¡Contraataque! El macroevento del año. Cruce de El Silencio e Invierno Nuclear con especiales de Maestro de Sangre y con series no regulares que todavía no existen. Ahora esto si se parece un poco más a un comic.



-------------------------------------------------------------------------------

De nuevo quiero agradecer a la lovelypersonita Itziar Chao (http://tintaenmisvenas-itziar.blogspot.com/) por ayudarme a decidirme a terminar así este vol.24 aunque quede mucho más corto que los anteriores. Es más corto, pero es mejor :)

martes, 29 de marzo de 2011

Localizaciones reales de El Silencio e Invierno Nuclear para aliviar la espera...

En algún lugar de esta montaña está la cueva donde viven El Silencio e Invierno Nuclear (perdón por sacar tan mal la foto, el bus estaba en marcha):


Esta es una de las oficinas de trabajo social del Hospital Clínico de Santiago, donde trabaja Lucía Lagos, Invierno Nuclear:

domingo, 13 de marzo de 2011

Soy un autor de mierda.

Soy un autor de mierda porque no soy bueno aunque lo diga.
Soy un autor de mierda porque no soy bueno aunque lo creas.
Soy un autor de mierda que mejora un poco cuando bebe.
Soy un autor de mierda porque aquí no hay ninguna botella.
Soy un autor de mierda porque todo lo que escribo trata de lo mismo.
Soy un autor de mierda porque todo es autoficción aunque lo disimule.
Soy un autor de mierda porque a veces no quiero disimularlo.
Soy un autor de mierda que últimamente te necesita para escribir.
Soy un autor de mierda porque escribo mejor cuando estoy mal.
Soy un autor de mierda porque en el fondo me gusta.
Soy un autor de mierda porque, como todo, soy mierda.
Soy un autor de mierda que está repleto de miseria moral.
Soy un autor de mierda... Pero tú di lo que quieras.

jueves, 10 de marzo de 2011

Otro cadaver más, escrito junto a Isma y Diego

Si te corres hacia el cielo caes en un limbo interminable,
eres una sucia puta muerta.
Los juglares de Babilonia despiertan la sodomía,
corres hacia el centro y te sientes dividido,
tu dolor me astilla la novela.
Y entonces quedo atrapado en una jaula de jeans
escucha las carminas, préstales un ojo, un camino...
todo es miseria y alcoholismo abséntico,
máquinas semialcóholicas reflexionan sobre la locura
dime algo acerca de tus ojos y quizá empieze a comprender
conéctame a la vida. o no, as you wish
y cuando vaya de putas a lunares quemar
corro tras el reloj y escucho a los políticos
El tiro salió por ambos lados en la ruleta rusa del amor
el vacío de los agujeros y la nada, todo eso me la suda
y el fin de todo aún no ha empezado, cuidado...

Escrito bajos los efectos del alcohol (me costó escribir esto...) por TheWriter, edalphoe y diego.