Desengañaos

No voy a engañaros, soy un misántropo borracho que se pasa el día viendo películas para olvidar algo que ya no recuerda. ¿El qué? No lo sé pero seguro que tiene que ver con una mujer. O con dos, mejor dicho. ¿Se lo merecían? A saber, pero yo tampoco.
Y entre todo ese whisky, entre todo ese odio, entre todos esos dvds de segunda mano...hay algo que debe desaparecer.

La Subida

No mira atrás porque todavía le asusta pero mirar hacia delante es difícil. Trastabillea y cae, pero no se molesta en levantarse porque su equipaje pesa demasiado. La montaña es cada vez más alta y ya no puede seguir. Aunque el refrescante trago de agua fue útil una vez, ya no le sirve ahora. Mira a ambos lados y no hay nadie más allí. Respiraría hondo si le quedasen fuerzas.

Te Mereces Más

Te mereces más palabras, más elaboración, más sonrisas, más alegría, más consideración, más aprecio...
Pero estoy cansado.

Hace un año...

Si, sé que escribo esto borracho como el sucio animal que soy.
Si, sé que no debes creerme.
Tal día como hoy, hace un año, comenzó el odio.
Pero el odio de verdad. Hace un año dejé de creer que el desprecio de los demás me hacía más fuerte y sabio. Hace un año comprobé que el desprecio me destrozaba.
Hace ya un año que mi vida se terminó.
Ya nada volvió a ser como antes. Son las doce. Hace un año que debí haberme abierto las venas.
Total...estoy muerto.

Vuestro desprecio no me hace más fuerte ni ninguna pollada moralista de estas. Vuestro odio lleva un año destrozándome. Morí el año pasado a partir de ya.

MISERIA MORAL

¿Qué título le pongo yo a esta mierda?

Lleva más de dos días sin hablar con nadie. Sin abrir la boca, y no le importa. No le preocupa ya no tener contacto humano. Piensa, "¿qué hay ahí fuera que pueda interesarme?". Llega a la conclusión de que nada. La gente es mala, la gente traiciona, la gente solo quiere joderle y la que no es aburrida.

No le preocupa no hablar con nadie.

Tal vez empieza a preocuparle que no le preocupe.

Ellos. La gente.

Caminar un rato por la calle te sirve para recordar por que caíste en el oscuro pozo de la misantropía.
Sus conversaciones banales, que se repiten, repiten y repiten. Sus pretendidos amores. Sus risas que ofenden a la razón. Su superficialidad.
El sonido de sus coches, de sus sirenas, de sus prisas. Todo eso que no quisieras escuchar.

Ellos.
La gente.

Y entonces solo se trata de matar o dejarse morir.
Escoges lo segundo. Por pereza.

No tengas miedo...

Déjalo todo atrás, no tengas miedo.
No añores lo perdido, no te vuelvas.
Corre, salta, vuela, vive...
...y que se queden por debajo.