martes, 27 de noviembre de 2012

Allí Estoy (So Romantic...)

Ruido, oscuridad, noche, tormenta, truenos, mar, embravecido, oleaje, rocas, acantilado, bosque, decrépito, humo, llamas, ruinas, sangre, muerte, silencio.

sábado, 24 de noviembre de 2012

No Hay Escapatoria

Corre si quieres pero no podrás escapar de las explosiones que te rodean en el campo de batalla. Tápate los oídos pero da igual, la muerte grita demasiado. Refúgiate y te cogerá antes.
Los cadáveres carbonizados te recuerdan lo que te espera.
Porque vas a quemarte.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Paso

Podría intentar que comprendieras mi dolor, que entendieras mi sufrimiento y que vieras la vida a través de mi drama. Te explicaría las razones y hechos que han convertido mi vida en una tormenta de mierda y delirante horror. Creo que lo haría bastante bien porque ya sabes que otra cosa no sabré hacer pero plasmar la miseria se me da mínimamente bien. O eso dices. Hablaríamos durante horas y te contaría toda mi vida, con todos los detalles que pudiera recordar. Muy detallado todo.
Pero paso.
Nunca me fue eso de dar pena, no porque a veces no me salga solo, si no porque sé que no lleva a nada más que a más sufrimiento.
Tú no te mereces eso.
Yo tampoco.
Paso.

martes, 20 de noviembre de 2012

Cuando Todo Acabe...

Cuando todo acabe diles que nunca me rendí y que siempre fui fuerte. Diles que no me levanté tras caerme porque nunca caí. Diles que la gente me saludaba al pasear por la calle, que las mujeres me amaban y los hombres querían ser como yo. Diles que siempre tenía una sonrisa para todo el mundo y todo el mundo tenía una sonrisa para mí. Diles que mi corazón estaba lleno de amor y nunca albergó sentimientos negativos. Diles que no despertaba envidias, despertaba respeto. Diles que mi vida estaba completa, llena de personas con quien compartirla. Cuando todo acabe diles que fui feliz porque lo importante es como nos recuerdan.

domingo, 18 de noviembre de 2012

No Quiero Destrozar Tu Calma

Te miro cansado, entornando los ojos, y me gustaría describirte. No puedo. Es imposible. Tu sonrisa me fascina, me destroza, me alucina. Ya no sé que coño pasa pero esto es lo que hay: Veo que intentas cambiarme, hacerme reír, hacerme diferente. Yo te diría que no lo intentes, no es que no seas fuerte nena, es que no puedes. En serio, en el fondo me va este rollo, ¿sabes? Estar mal es la única forma de estar que conozco y nunca me he molestado en buscar otra. Sé que quieres enseñarme un mundo de arcoiris, de colores, de hierba y de frescor pero yo soy de niebla, de gris, de cemento y de hedor. Es mi vida, ¿qué le voy a hacer? Agradezco el esfuerzo pero lo nuestro nunca va a pasar. No quiero teñir tu vida, no quiero destrozar tu calma, no quiero compartir mi dolor, no quiero que patalees en tu cama. Déjame a mí los sudores fríos, el asco y la muerte. Nos veremos si no intentas cambiarme. Te sonreiré si hace falta pero no quiero destrozar tu calma.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Lucía Lagos, vol.1: Nueva Vida

-Bueno...
-Venga mujer, es solo un café, no te voy a secuestrar ni nada. - Sonrió el hombre que acababa de cobrarle todas esas botellas.
-Es que no sé si soy mucho de café, sinceramente.
-Ya, eres más de whisky. - Espetó mirando de reojo las bolsas donde acababa de meter todas aquellas botellas.
-Mira, hay cola detrás mía así que debería irme, ¿vale?
-Que esperen, tú eres importante. - Le guiñó un ojo.
-¿Yo? ¿Por qué dices eso? - Ni ella misma podría negar que se puso un poco colorada.
-¿Sinceramente? Lo veo en esos ojos tristes tuyos. La gente triste suele ser importante.
-¿Qué? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
-La gente triste es más inteligente que la media por definición. Hay estudios que lo demuestran.
-Y sabes eso porque...
-Soy psicólogo, aunque no lo parezca. Tabajar en un supermercado nunca fue mi idea de futuro...
-¿Si? Yo soy trabajadora social. Bueno... lo era.
-¿Ves? Ahora solo necesito saber tu nombre. - Sonrió una vez más.
-Debería irme, en serio. - Dijo al tiempo que se apresuraba a coger sus bolsas y a dirigirse a la puerta.
-Aquí a las nueve.
-¿Qué? - Preguntó volteándose.
-¡Para el café! Aquí a las nueve.
-No apareceré.
-Oh, si lo harás.

Nunca lo admitiría delante de él, pero tras salir por la puerta del supermercado había mirado su reloj. Le quedaban casi cuatro horas. Realmente le gustaría acudir a aquella cita con ese desconocido cajero de supermercado del que no sabía nada a parte de lo divertido que parecía a veces, pero sentía que no debía hacerlo. No había tenido precisamente suerte con el único hombre con el que se había atrevido a compartir su vida, hasta el punto de perder su casa, que no era nada del otro mundo, y tener que haberse marchado de la ciudad tras una gran, gran, gran catástrofe de la que se sabía responsable. Caminando por las calles de su nuevo pueblo, que más que pueblo parecía una gran y única carretera, podía contemplar en la lejanía la gran nube de ceniza en la que se había convertido la ciudad en la que había vivido desde que tenía memoria. Sentía que debía torturarse por ello, tal vez por ello vivía bajo un puente cuando sabía que los alrededores de la ciudad, como era el caso del lugar donde se encontraba, se habían quedado medio desiertos y no le sería difícil encontrar un techo donde vivir gratis.
Caminó hasta allí, se sentó sobre la poca hierba que quedaba y abrió una de las botellas. Trago largo. Ahora se sentía más calmada y podía pensar con un poco más de claridad. ¿De qué hablaría con el tipo del supermercado? De ninguna manera iba a invitarlo a su... casa. Pero un café con alguien que se reía de aquella forma tan encantadora sería un cambio interesante tras la seriedad y parquedad en palabras de su ex novio. ¿Estaba pensando demasiado rápido? Tal vez. Hacía tiempo que no lo hacía y estaba empezando a gustarle la sensación. Decidió que ya tenía bastante, que había pasado diez años horribles y que los últimos seis habían sido la peor etapa de toda su vida y eso no tenía por que volver a repetirse. No le hablaría de nada de eso al tipo, simplemente aparecería allí y le dejaría a él llevar el ritmo de la conversación, si es que podía.

Tras mirar impacientemente el reloj apareció ante la puerta del supermercado. Cinco minutos tarde. A propósito. Aquel hombre que decía ser psicólogo estaba allí junto a la puerta. Esbozó una sonrisa al verla mientras ella le decía:
-Bueno... Luci ha vuelto. - Hasta a ella le sonó estúpido y pretencioso.
-Buenas, yo soy...

-----------------------------------------

Pues si, el mejor personaje que jamás he creado a parte de yo mismo por fin vuelve a este blog. Si no sabéis quien es esta mujer y tenéis curiosidad podéis leer sus apocalípticas desventuras junto a su ex novio aquí aunque he intentado y seguiré intentando que esta historia se entienda por si misma, sin necesidad de leer todo esto aunque los sucesos que ocurren aquí son tan importantes para la vida de la protagonista y de todo lo que la rodea que no pueden ser en ningún modo olvidados. De todas formas intentaré, en la medida de lo posible, que esos hechos pasados no tengan, en la medida de lo posible, mucha relevancia en lo que ocurrirá con Luci de aquí en adelante, y de tenerla serían debidamente explicados dentro de la narración. 
Así pues, estáis invitados a acompañar a la más adorable y peligrosa de las mujeres en esta nueva etapa de su vida.
Pero en serio, que su pasado es bastante interesante también si os va la miseria, la decadencia, el horror y el más absoluto de los desastres.
He intentado escribir esto muchas veces y nunca he sabido exactamente por donde empezar, así que empezaré por cualquier parte. Total todo es igual de mierda.

Si crees conocerme un mínimo te preguntarás por que siempre intento estar metido en tantos proyectos, es decir, por que escribo tanto, por que grabo tanto... incluso por que leo tanto o por que veo tanto cine. Es porque estoy vacío. Me han vaciado y me siento como un gran agujero negro en medio de una gran nada. Si, ya sé que esto no te tiene puto sentido y de hecho no sé si me lo tiene a mí pero lo cierto es que intento llenar ese vacío creando todo lo que soy capaz de crear y consumiendo todo el arte que soy capaz de consumir. Pero no funciona. Joder, ya ni el alcohol funciona para limpiar toda la mierda que hay en mí y si me conocieras un poco sabrías que eso en mi caso es muy, muy serio. Leo muchos libros, veo muchas películas y da igual, grandes o pequeñas obras, me aburren. Escribo cada vez más en este blog de mierda y grabo unos cuantos podcasts que me aburren. Es como si nada me aportase ya nada, como si estuviera cansado de todo, como si el arte esperase de mí una reacción desaparecida hace tiempo y que parece que no va a volver pronto. Es, en definitiva, como si quisiera encontrarle sentido a algo que no lo tiene.

¿Y quién me ha vaciado así a parte de yo mismo? Mucha gente. La gente en general. Yo que coño sé, hay varias respuestas como pasa con casi todas las preguntas. Me han hecho mucho daño. Mucho, mucho, mucho daño. No me entiendas mal, no me creo la persona más miserable del mundo ni mucho menos, nunca he estado en una guerra, ni vivo bajo un puente, ni se ha muerto alguien a quien le tuviera realmente cariño, ni ninguna putada de tal calibre. Pero lo cierto es que me han jodido como pocas veces he visto que alguien haya jodido a otra persona. Me han destrozado física y psicológicamente. Varias veces. Han hecho que llegue a sentir asco de mí mismo y que dude tanto de mí mismo como del resto de la humanidad, de la que cada vez me siento más lejos. Espero que nunca hayas sentido asco de ti misma porque es la sensación más desagradable que alguien puede experimentar. O al menos es la sensación más desagradable que yo he experimentado y que en ocasiones sigo experimentando.

Y ahí viene realmente el verdadero problema. He alejado deliberadamente de mí a la poca gente que no se había alejado por voluntad propia. Me cansa, me aburre y desconfío de todo el mundo hasta niveles que ni yo mismo puedo imaginar. Me resulta muy difícil tener una conversación con cualquiera sin pensar como se puede usar lo que digo o lo que hago para joderme porque ya sabes, cuantas más cosas sepas de alguien más puedes joderle. Menos mal que soy una persona de lo más aburrida en cuanto tienes un par de conversaciones conmigo y no tengo mucho para conocer. Al menos ya no. He llegado a desconfiar tanto y odiar tanto que a veces sueño con ser un hijo de puta, un cabrón, la persona con la que no deberías cruzarte, el malo de la peli... pero aunque no voy a venderte que soy la mejor persona del mundo o algo así, no me sale. No me sale casi ni intentarlo y no sé por que, ya que veo razones en todos lados para ser una muy mala persona.

El caso es que ahora me siento, además de aburrido de prácticamente todo, casi completa y absolutamente solo. Prácticamente no salgo de casa ni estoy con nadie. Tras todo lo que he escrito ahí arriba seguramente dirías que en teoría esto debería darme igual y seguramente debería ser cierto. Pero no. Hay gente por ahí que te dirá que me gusta estar solo pero lo cierto es que lo odio. No sé si es lo que más odio en el mundo y como ya sabrás odio muchas cosas, pero no soporto esta soledad. Entonces estoy en una disyuntiva porque no soporto esto y al mismo tiempo no soporto a la mayoría de la gente.

Y tengo miedo de conocer gente nueva y no quiero. Antes, no hace mucho, me producía simplemente asco la idea, pero ahora me produce miedo. Una sensación mucho más compleja, como podrás apreciar. Si pienso en como va a joderme gente que ya conozco previamente imagina lo que puedo llegar a pensar de gente que no conozco. Y si, no voy a engañarte, creo que soy la persona más exigente en cuanto a relaciones interpersonales que conozco. A veces llego a pensar que llego a exigir mucho más de la gente de lo que me exijo a mí mismo para con los demás. Tal vez no debería pero es así y cada vez más, hasta unos niveles en los que casi todo me molesta de casi todo el mundo, incluido de mí mismo. Pero sin embargo eso no impide que me sienta totalmente abandonado tanto por mí mismo como por los demás y que crea (que coño, no lo creo, lo sé) que molesto a todo el mundo y que casi todo el mundo me molesta aunque me gustaría mucho que no fuese así. Me siento muy, muy lejos de todo el mundo. En serio, nunca me había sentido a tanta distancia de todo y de todos, nunca me había parecido mirar al mundo desde fuera con una lupa tan gigantesca. Puedo ver toda esa suciedad escondida. Es un asco. Soy un asco.

En definitiva, retiraré la palabra a la próxima persona que me diga que me anime. Y esto no es literatura, a lo mejor nada en este blog de mierda lo fue nunca, o tal vez si porque no hablo en voz alta con verbos compuestos. Yo que coño sé, supongo que ya no me importa.
Perdona por molestarte, no pretendía que me llenases tanto.
Solo quería compañía aunque no quería quererla.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Mal del Siglo

Dame pistolas, no quiero verte.
Limpia mi sangre de las paredes.

Un Lugar Llamado Insomnio

Vivo en un lugar donde a veces me siento flotar.
Puede parecerte bonito, pero no. Allí los ojos me arden inyectados en sangre, me cuesta caminar e incluso se me seca la boca al respirar. Me canso fácilmente y frecuentemente me duelen las articulaciones en este lugar en el que vivo. Me verás vagar errabundo con la mandíbula desencajada, los hombros caídos y la mirada perdida. Casi nunca es de día en este lugar y está habitado solamente por un amenazador silencio que va a volverme loco. De vez en cuando estoy aterido aunque no suele hacer frío en este lugar.
Casi nunca logro concentrarme cuando estoy aquí. Enfocar mis pensamientos y razonar se me hace cada vez más difícil hasta el punto de tener miedo de perder la poca humanidad que pueda quedarme. Pero por encima de todo experimento aquí un aburrimiento que me está desesperando cada vez más.
Necesito compañía en este solitario lugar, así que a veces pienso en hacer gala de mi egoísmo y pedirte por favor que te vengas a vivir aquí conmigo, pero no puedo hacerlo.
Vivo en el lugar más aburrido, ridículo y doloroso del mundo.
Vivo en un lugar llamado Insomnio. ¿Y tú? Duerme. Es mejor.

Trae Luz

Vivo solo en una espiral de noche eterna, refugiándome del dolor entre las sombras. Sin éxito, obviamente. Mis ojos rojos e inyectados en sangre, cansados de intentar ver en la oscuridad, solo quieren cerrarse para siempre. Trae luz. Por favor, trae luz.
Repto por el barro manchándome de engaño y decepción en mi penoso camino. Las pilas de mi linterna parecen agotadas desde hace tiempo. Trae luz. Por favor, trae luz.
Sácame de este frío y angosto agujero en el que he terminado tras tanta penuria. Ya no creo que pueda hacerlo solo. Trae luz. Por favor, trae luz.
Llévame lo más lejos posible de esta apatía, a un lugar que solo tú y yo creamos conocer. Miremos al pasado como un mal sueño. Trae luz. Por favor, trae luz.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Prefiero

Prefiero la letra a la música.
Prefiero la música rápida a la lenta.
Prefiero el ruido al silencio.
Prefiero escribir a leer.
Prefiero el podcasting a la radio.
Prefiero el Youtube a la televisión.
Prefiero hablar a escuchar.
Prefiero la verdad despiadada a la mentira piadosa.
Prefiero las películas a las series.
Prefiero el negro a otros colores.
Prefiero la noche al día.
Prefiero las palomitas al resto de alimentos.
Prefiero Twitter a cualquier otra red social.
Prefiero cuadros a espejos.
Prefiero papel a digital.
Prefiero ducha a baño.
Prefiero abrazos a besos. A veces.
Prefiero sospecha a confianza.
Prefiero soledad a mala compañía.
Prefiero caos a orden.
Prefiero odio a indiferencia.
Prefiero gritos a susurros.
Prefiero whisky a ron.
Prefiero absenta a whisky.
Te prefiero a ti a otras.
Prefiero Romanticismo a Realismo. Obviamente.
Prefiero noir a policíaca clásica.
Prefiero cyberpunk a ciencia ficción clásica.
Prefiero parar de escribir esto a seguir.




martes, 6 de noviembre de 2012

Disparos

Solo en el polvoriento desierto, se desplomó y creyó perder el conocimiento tras ese par de disparos directos al pecho. Tal vez fueron tres, quien sabe. No le importa. Ya no.
Todavía tendido y derrotado, logró extraer las balas con ayuda de una navaja y mucho, mucho whisky. Agujereó todavía más su cuerpo borracho tratando de encontrar los proyectiles alojados en su tórax y tras mucha sangre y vómitos lo consiguió. El tiempo y el alcohol cicatrizaron las dolorosas heridas y, todavía tambaleante, se levantó.
Guiñando un ojo te dijo:
-Tu turno. Dispara.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Perdido y Vacío

Vagabundea por abarrotadas calles en la lluviosa noche intentando no pensar. Se escabulle por los más angostos callejones sintiendo la lluvia en su cabello. Camina despacio observando las sucias paredes.
Perdido y vacío.
No está seguro de saber donde está en su vida. Ni siquiera está seguro de si está. Ya no está seguro de nada ni de nadie y casi aguarda que lo odies. Se siente (se sabe) vacío por dentro excepto por algo que no debería estar ahí. Intenta escupirlo. Intenta vomitarlo. Intenta gritarlo. No le sale.
La poca gente que se digna a mirarlo lo hace desde arriba como al insecto que es. No es nadie. No es nada. Lo sabe y le destroza. Sirenas de ambulancias en las calles. Policía. Necesita bomberos. No están. Se para en una esquina y, apoyado contra una pared, intenta arrancarse el mal de dentro de él. Recapacita. No merece la ayuda de esa pared.
¿Pero cómo va a olvidarla si no quiere y casi siempre está ahí?
PERDIDO Y VACÍO.