miércoles, 22 de julio de 2009

Maestro de Sangre (1 de 2): Dame lo Mío

Desde las páginas de El Silencio e Invierno Nuclear llega…
¡¡¡MAESTRO DE SANGRE!!!

-¿Os marcháis ya?
Invierno Nuclear asintió. Claro que se iban, era tarde ya y había que volver a su propia cueva. En el rostro de Maestro de Sangre se dibujó una expresión exageradamente triste, pero de repente sonrió de una forma un tanto desconcertante y exclamó:
-¡Pues entonces debemos mantener el contacto!
Ella sonrió y le dijo que apuntase su número de móvil, a lo que nuestro excéntrico protagonista respondió:
-No te preocupes muslitos, no dejaré que se me olvide, así que dime.
Así lo hizo, y tras las despedidas de rigor, El Silencio e Invierno Nuclear se marcharon.
-Bien… A ver que hago con ese monstruo… Joder, como si yo no fuese un monstruo. ¡Buf! Esto es de coña – parloteaba en la sucia soledad de su gruta.
Se acarició la calva y salió en dirección al bar. Allí seguía aquel camarero, que al entrar exclamó:
-¡Gracias!
-¿Qué? Si yo no lo he cazado.
-Ya bueno… Pasa a la trastienda.
Ambos traspasaron una puerta que había tras la barra. Allí, entre cajas de bebidas alcohólicas, bolsas gigantes de pipas y bastantes vasos por lavar se encontraba el ser que había intentado morder el cuello de muslitos blancos. Seguía, obviamente, sin dientes. Maestro de Sangre pensó tal vez en preguntarle algo, pero inmediatamente lo meditó. No quería esforzarse en entender a alguien que no tenía dientes, así que, en vez de dirigirse a él, pidió un cuchillo al camarero. Este se encogió de hombros y salió a buscar uno, mientras él exclamaba, para si mismo o para el desgraciado que tenía atado a un gran barril de cerveza:
-¡Ahora si que si!
El camarero volvió y entregó el cuchillo a nuestro estrafalario personaje, que dio un pequeño salto, para inmediatamente después cortarse las muñecas, que comenzaron a sangrar copiosamente, al tiempo que el camarero giraba la cara, con una mezcla de miedo y asco.
-¡Dame lo mío pedazo de trozo de… hijo de puta! – Maestro de Sangre saltaba como un histérico.
De repente el ser del suelo empezó a convulsionarse. Cerró la boca instintivamente, como quien trata de reprimir las arcadas… ¡hasta que no pudo más! Su boca se abrió, y de ella surgieron al menos dos litros de sangre que se dirigieron volando como por arte de magia a las muñecas de Maestro de Sangre, donde fueron a introducirse en su agitado e inconsistente torrente sanguíneo. Una vez este macabro proceso terminó, las muñecas de nuestro divertido personaje se cubrieron artísticamente de sangre coagulada.
-¡Joder que poco! Debieron haberte cazado con el estómago lleno… ¡Quiero más! ¿Entiendes? ¡Quiero más! Yo haré algo bueno con todo este zumo de tomate.
Ambos se miraron a los ojos. Aquel asesino miraba a Maestro de Sangre con odio, y este a su vez lo miraba con la perpleja expresión de cuando esos familiares que tan mal te caen vienen de visita y no sabes como deshacerte de ellos y lo peor de todo es que deberías ofrecerles galletitas, pero no tienes así que van a mirarte mal.
-¿Y si lo llevamos a la policía? – El camarero interrumpió el ingenioso torrente de pensamientos de Maestro de Sangre.
-Supongo que es lo lógico… No tiene dientes así que no va a morder a nadie.
-Pero usted no puede presentarse así… - El camarero recorría con la mirada al protagonista, haciendo querer ver que estaba desarreglado y olía mal, pero sin querer decirlo en voz alta por miedo a que le sacase su sangre.
-¡Ja! Pues llámalos y que vengan. ¡Si yo no puedo presentarme, que se presenten ellos!



No te pierdas la continuación de este épico relato, puede que Luci… ¡Invierno Nuclear! Pasee su nevado muslamen por esta epopeya digna de los antiguos poetas grecolatinos.

3 comentarios:

  1. Hahahaa que bueno, menuda paranoia, ¿que te tomaste para escribirlo? :P

    Ale ale sigue asi que se te da bien, a ver cuando haces el comic!

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  2. ¡Nada! Te lo juro :P
    Bueno, se ve que te gustó, y eso mola ;)

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  3. †~ Pѕу¢нø Cøяpѕє ~†23 de julio de 2009, 19:53

    No sólo está bien el relato, sino que la presentación y despedida merecen también su elogio xD
    Ya estaré atenta a la publicación de la segunda entrega, ¡un saludo!

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