lunes, 30 de noviembre de 2009

trageDy

Era muy guapa. Era tan insultantemente hermosa que hacía llorar a las estrellas. Era tan indescriptiblemente bella que un día mientras amanecía había enamorado al Sol recién levantada, con lo cual la Luna le había retirado la palabra a ambos; así pues, el Sol empezó a brillar más en verano, pero las noches se volvieron ligeramente más tristes.

Tal vez no se había dado cuenta de un hecho importante; la perfección de su sonrisa era un violento bofetón para quien planease abordarla. Y por eso estaba sola. Y por eso las nubes lloraban. Pero no se escuchaba el repicar de las lágrimas; allí dentro no había más que ruido. Caos cacofónico de voces, vasos y música que no permitía pensar. Se dejaba llevar entonces. ¿Para qué hablar a quien no va a escuchar? ¿Para que escuchar a quien solo va a balbucear?

Y acababa mal. Era así de irremediable. No por ella, sino por ellos. ¿Era el lunar de su perfecta y deseable mandíbula o era su genialidad general en el diseño? Podía ser en un gran porcentaje, pero en lo que sobraba era simplemente la gilipollez de ellos. Simple y llanamente. Los cuerpos no conversan, piensan. No quiero que los cuerpos conversen, les da miedo. Y entonces siempre se acaba. No lo sabe, no quiere, no cree saberlo, pero mejor así. Y mientras sus ojos siguen ineludibles…

lunes, 23 de noviembre de 2009

El Silencio e Invierno Nuclear, vol.13: Cierra los Ojos

Hace años:
-Cierra los ojos.
-Bueno… Vale…
-Dame la mano. Prepárate. Tres, dos, uno… ¡Ya!
-¿Estoy… estoy… volando?
-Casi. Abre los ojos.

Ahora:
-Vale, bien, explícame todo lo que está pasando o está por pasar.
-¡No hay tiempo! ¡Coge todo lo que puedas, nos vamos!
-¿Qué? Y una mierda.
Ella, sollozando, miraba fijamente los ojos fríos y distantes de él.
-¿Qué dices? Van a encontrarnos, tenemos que ir y…
-¡Dime ya quien coño es esa gente! ¡No voy a hacer nada hasta que sepa que pasa!
Ella resopló, y se sentó en el borde de la cama que se disponía a abandonar tal vez para siempre, entonces dijo:
-Bueno… Yo tampoco sé quienes son, solo que van a por nosotros. No es la primera vez, he visto como trabajan, son profesionales.
-Pero utilizan armas. No son como yo.
-Tú no eres profesional.
Él enrojeció de ira. Se acercó, para levantarla bruscamente tirándole de un brazo y le susurró:
-Soy poseedor de un poder inimaginable que ellos nunca tendrán ni comprenderán. Soy El Silencio, no lo olvides.
-Me haces daño.
-¡Me la suda si te hago daño! Esto te está superando, ¿entiendes? Pero a mí no. Voy a reventarlos contra cualquier pared, y si van a venir a esta cueva será contra estas paredes.
-Te digo que me haces daño. – Decía mientras forcejeaba.

Hace años:
-¿Qué te ha parecido?
-Ha sido la experiencia más grande de mi vida.
-Eso está bien.
-Te quiero.

Ahora:
-¡Suéltame de una puta vez, joder!
Él la soltó. Cayó al suelo entre espasmos. Tosía. Tosía. Tosía… Hasta que de repente empezó a toser sangre, mientras intentaba decir algo, seguramente muy insultante o agresivo.
-Oh mierda… No… No puedo pararlo… ¡Mierda, no puedo pararlo! – Y, gritando de esta manera, Lucía Lagos; Invierno Nuclear; salió corriendo de su hogar, con lo puesto, cogió el coche y aceleró, dejando al Silencio callado…

jueves, 19 de noviembre de 2009

¡Promo IV Reich!

¡Escúchala o arde en Dachau!
http://blip.tv/file/get/EXCIDIVMFERO-PromoCuartoReich374.mp3

jueves, 12 de noviembre de 2009

He Vuelto al Arte Sin Fallo

Los versos están contados,
deshecha mierda pretérita,
he vuelto al arte sin fallo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Morirme de amor

El humo encharcaba sus pulmones enamorados. La noche camuflaba sus desgracias. Como siempre, caminaba cabizbajo pensando.
-¿Qué harás hoy? - Le habían preguntado.
-Ná, ya sabes, lo de siempre; leer un rato, salir a pasear, tal vez ver una película, morirme de amor...
Y se arrojó.