jueves, 2 de junio de 2011

Me Corté con un Libro de Bukowski

Son las cinco y diez de la madrugada y me corté con un libro de Bukowski. Hay sangre en el libro y mi dedo pica como deben picar las avispas porque me corté con un libro de Bukowski. Estoy despierto chillando tu nombre para que salgas de mí y olvidarte. Escucho música que no escucharías y me corto con un libro de Bukowski. No hay alcohol... Aún, aunque suene peliculero. Gritos de gente borrracha ahí fuera y yo cortándome con un libro de Bukowski en vez de estudiar. No seas como yo, embebido de malsonancia, con un libro ensangrentado y un dedo que debería chuparme, pero soy un cobarde como Bukowski, que me cortó. En esta cama hace calor aunque no estés porque todo es mierda primaveral. Ya casi no llueve, así que no puedo ser bohemio, pero puedo sangrar como si lo fuese. Voy a tomar una distancia emocional para pensar en ti, distancia que me hará viejo, como Bukowski, que me mira pícaro deseando cortarme más. Porque no me jodas que no es estúpido cortarse a las cinco y diez de la madrugada con un libro de Bukowski. Si me hubiese cortado con un libro de Proust o de Joyce parecería un tipo interesante (inteligente incluso) y no dejarías de fijarte en mí, pero no, me corté con un libro de Bukowski y nada puede cambiar el pasado ya. Porque si, he cometido muchos errores que me gustaría reparar y el último ha sido cortarme con un libro de Bukowski a las cinco y diez de la madrugada chillando y tragando tu nombre, en una cama demasiado calurosa.
Sangre sobre el teclado, pero ni tú ni Bukowski podéis curarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario