Los quitó de en medio a tiros sin lamentarse. Bendijo sus artes. Escupió al suelo. Avanzó creyéndoselo todo mientras se tocaba un arpa de fondo que no le dejaba pensar con claridad. ¿Quién coño es y qué hace ahí? Bah, ni el autor de esto lo sabe.
Era tarde cuando los demás dormían pero él no puede. No tiene párpados. ¿Por qué? ¿Cómo quieres que lo sepa si no sé quien es? Se dirije hacia el horizonte en la noche, bajo la manta de estrellas, en el desierto. Allí. La extraña pero se la suda o no, todavía no lo ha decidido. Los elimina con su viejo método infalible y sigue avanzando a ninguna parte preguntándose que es todo eso que vio hace un rato sin esfuerzo. Estaba en el aire y nadie se daba cuenta. Era malo, como no. Morid.
¿Y por qué el autor escribe esto? Por llenar, como todo.
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Parece la historia de uno de esos videojuegos de guerra. Por cierto, intuyo que no vas a hacer las preguntas del premio mención especial que te di eh? Biquiños!
ResponderEliminarNo sé si parece un videojuego, lo escribí sin pensar y no pienso leerlo para saber de que va ni que escribí :S
ResponderEliminarSi, ya las haré.