El horizonte ya no existe. No hay nada. No se ve ninguna luz mientras la disonante y ruidosa oscuridad termina de comerse los destrozados pedazos de mi vida. No hay nada, no hay continente para el contenido, todo está vacío, oscuro y solitario. Mis gritos ya no tienen eco porque no saben chocar contra la nada. Siento la derrota por la falta de perspectiva del horizonte. Sé que el mundo es cada vez más estrecho y desolado aunque no pueda verlo. Ya no busco compañía. No hay compañía.
No hay nada.
No sé si alguna vez existió pero...
El horizonte ya no existe.
lunes, 10 de septiembre de 2012
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El horizonte siempre existe, si no lo ves sigue caminando hasta que lo encuentres. Biquiños!
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