Pero tras años de ayuda desinteresada, Smiling Girl se encuentra sola. Sin ser consciente de ello ayudó y asistió a todo el mundo hasta el punto de olvidarse de si misma, perdiéndose en una espiral de sonriente bondad. No sabía Smiling Girl que el mundo al que ayudó no iba a estar ahí para ella cuando lo necesitase. No es que pidiera algo a cambio, es solo que a veces hace falta.
Ahora la sonrisa de Smiling Girl peligra y yo no podré vivir sin la sonrisa de Smiling Girl.
Hay que hacer algo.
Hay que sonreír como sonríe Smiling Girl.
Dedicado.
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