miércoles, 15 de agosto de 2012

Es como si...

Me encuentro sangrando en el suelo tras esos brutales golpes en la boca del estómago. Al principio creí que no podría volver a levantarme, pero luego decidí intentaro y descubrir que estaba en lo cierto. Es como si con cada movimiento, con cada mirada, con cada palabra, con cada espasmo recibiera una patada en la boca que impide que me levante.
Lo intento, lo intento, lo intento, lo intento, pero, ¿para qué? El dolor no disminuye. El dolor crece.
Estoy cansado.
Ya no quiero más.
El charco de sangre es más cómodo que lo que me espera unos centímetros más arriba. El suelo es más mullido que una bota.

2 comentarios:

  1. Siempre hay que intentar levantarse, tú en concreto lo conseguirás, solo que aún no lo sabes. Supongo que es más fácil ver las cosas desde fuera. Biquiños!

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