martes, 30 de octubre de 2012

Más de cinco años entre mares de absenta...

Hace ya más de cinco años que empecé con esta mierda que ahora estaréis, tal vez, leyendo. Recuerdo muy bien el momento y la razón. La única relación seria que tuve acababa de terminarse y quería ahorrar papel mientras seguía suspirando, no por ella, si no por una tipa que nunca mereció ni mi saludo aunque tardé más años de los que estoy dispuesto a admitir en darme cuenta.
Así que, tras libretas y folios, libretas y folios, libretas y folios... manchados de absenta y/o alcoholes de lo más barato y miserable (si, ahí empecé), decidí que teclear era más fácil que intentar descifrar lo que había garabateado en un folio sucio y arrugado cuando conseguía abrir los ojos. No os confundáis, estar En el Ghetto de los Románticos era puta mierda hasta que se cruzó conmigo el gran error de mi vida en forma de chica triste y esto empezó a coger un poco de la miseria moral que ahora tiene. Y llegó Lucía Lagos, Invierno Nuclear, que tal vez vuelva algún día si a alguien le quedan ganas de saber de su dolor.
Luego vinieron otro par. Fugaces. Una teñida y otra inexplicable.
A continuación la peor experiencia de mi vida, cuyo odio aún resuena en mi estómago y me produce arcadas cada vez que lo pienso. A diario.

Y así llegamos al momento más o menos actual, en el que escribo aquí como el borracho que vomita en la acera hasta que empieza a sangrar. Y podría vomitar todo el día. Una me anima a hacerlo pero no lo sabe (me gusta considerarlo un pique sano). En serio, me encuentro en el momento más solitario de toda mi vida, creedme cuando os digo que eso es decir mucho, en el que curiosamente prácticamente no bebo. Conseguí tras estos años refinar y domar todo el horror que supone mi existencia para ponerlo aquí. Me resulta tan asquerosamente fácil ahora que podría, si quisiera, escribir varias entradas al día de calidad similar. Pocas veces me veréis admitir que es bueno, pero podría.

¿Y a quién me dirijo ahora mismo al escribir esta entrada? A vosotras dos que habéis llegado cuando ya empezaba a dominar esto de hacer ¿arte? con el dolor, la miseria moral, el odio y la muerte, que sé seguro que me estáis leyendo en el momento curiosamente más sano y más terrible de mi vida.
Quedáos otros cinco años.
A ver que pasa.

2 comentarios:

  1. Acuérdate dentro de cinco años de escribir otra entrada, y comparamos. Biquiños!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si te sigues acordando de mí dentro de cinco años escribiré otra ;)

      Eliminar