martes, 6 de noviembre de 2012

Disparos

Solo en el polvoriento desierto, se desplomó y creyó perder el conocimiento tras ese par de disparos directos al pecho. Tal vez fueron tres, quien sabe. No le importa. Ya no.
Todavía tendido y derrotado, logró extraer las balas con ayuda de una navaja y mucho, mucho whisky. Agujereó todavía más su cuerpo borracho tratando de encontrar los proyectiles alojados en su tórax y tras mucha sangre y vómitos lo consiguió. El tiempo y el alcohol cicatrizaron las dolorosas heridas y, todavía tambaleante, se levantó.
Guiñando un ojo te dijo:
-Tu turno. Dispara.

2 comentarios:

  1. Vaya jueguecitos que se trae cierta gente. Me ha gustado esta entrada, sorprendente y diferente a lo que hay por aquí. Biquiños!

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    1. ¿Cierta gente? :S
      Si que es diferente la entrada, roza lo positivo y todo, ¿no te parece?

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